viernes, 30 de diciembre de 2011

El suicidio como meta, como escape, como triunfo personal, meses de fluoxetina y se ha logrado paliar el dolor que causa la frustración de no saber de donde vienes ni hacia donde vas, pero aun en el fondo rebuscando en lo mas hondo de mi ser, esas ganas no solo de morir, si no de nunca siquiera haber existido, que vergüenza mostrarme como un cobarde sin remedio, pero la resignación apareció, y ya solo me muevo por el mundo tratando de encontrar una corriente de aire que como otoñal hoja, me lleve a un lugar donde el auto-engaño sea lo bastante poderoso para olvidar lo mas posible el rencor hacia la raza humana, lo que nunca fui, soy ni seré

No hay comentarios:

Publicar un comentario